25 Abr la vida que brota en cada ventana/españa
¡Ya son las ocho! – dice mi hija María animándonos a salir a la ventana a aplaudir.
De alguna forma especial, desde la distancia, en ese aplauso se producen encuentros entre los diferentes vecinos que salimos a reconocer a los sanitarios y a los trabajadores de los servicios esenciales.
Detrás de cada ventana, en medio de esta pandemia, me gusta imaginar la vida que hay detrás de cada persona; la historia de Clementina a sus más de 80 años, que recuerda a sus nietas cada vez que ve salir a las niñas del tercero, o la de Manuela, la profesora que lo está dando todo para poder ofrecer a sus alumnos sus conocimientos. O la vida de Isabel que a sus 6 meses ha pasado junto a su madre más de un mes sin salir a la calle, o la de los vecinos del primero, que llegaron de latinoamérica, y ahora se ven, como todos, aguantando esta crisis sanitaria y social que se nos avecina.
Son vidas diferentes, historias de una calle cualquiera, en la que unos y otros vamos compartiendo, nos vamos animando y de alguna forma, acompañando.
Durante esta temporada, desde Red Íncola también nos está tocando acompañar muchas vidas que tienen ante sí una gran incertidumbre vital. Son familias migrantes que se encuentran desubicadas en este estado de alarma, por muchas razones. Os invitamos a mirar por esa otra ventana y adentraros en sus vidas.
Imaginaos que vivis en un país diferente al vuestro, con una cultura y costumbres diferentes, un idioma que no conseguís dominar, intentais entender lo que está pasando pero os cuesta mucho seguir lo que dice la televisión.
También estáis preocupados por vuestra familia de aquí y de allá. La de aquí por que no coja el virus, por como poder sobrevivir, ahora que habéis perdido el empleo, y no sabéis de qué vais a comer, o cómo vais a pagar el alquiler. Y también la de allá, porque en vuestro país de origen no estáis tan preparados como en Europa. Y si fuera poco convivís con varias familias en el mismo piso porque los precios de los alquileres eran prohibitivos. Y eso complica mucho la convivencia.
Pero, si algo destacaría de estas familias es su fuerza y su espíritu de lucha, que es encomiable. Porque cuando parece que todo está perdido, brota la esperanza y la resurrección. Brota las ganas por empezar de nuevo para construir el futuro, para superar los obstáculos y poder salir adelante.
Brota también la hospitalidad, como a un grupo de mujeres que se les ha ocurrido durante el ramadán ofrecer cuscús en los hospitales.
Brota también el agradecimiento por una llamada donde poder desahogarse y porque alguien está pendiente, por si en algún momento necesitas un empujón.
Y ojalá brote también, una nueva sociedad, que renazca de nuevo, donde podamos contar con todos, sin dejarnos a nadie en los márgenes del camino, para crear un nuevo Reino de Dios, lleno de Vida Resucitada.
Eduardo Menchaca Ponce de León, Coordinador de Fundación Red Íncola. Valladolid
Red Íncola es una red de entidades (entre las que está el Instituto de Esclavas del SCJ), que da respuesta a las necesidades de las personas en situación vulnerable, especialmente de la población migrante, promoviendo y defendiendo sus derechos para que disfruten de una vida digna.