INCERTIDUMBRE y CONFIANZA

Escuchar la invitación a seguir a Jesús desde cerca se tiñe muchas veces de incertidumbre. Fiarse de una ALEGRÍA tan grande que conlleva el silencio descentra tu vida y la lleva a seguir buscando señas que confirmen esta moción. Dios pide disponibilidad de vida, corazón, sueños. Pide que se pueda hacer realidad su misma vida en esta tierra y te promete que Él lo va a ser todo en la tuya.

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DISCERNIMIENTO

Buscar y hallar a Dios en la vida de cada día implica estar atentas a su Paso, atisbar su Presencia y elegir en cada momento la VIDA que nos trae. Frente a las muchas posibilidades que llaman a la puerta, escoger la VIDA según sus CRITERIOS implica tener cierta familiaridad con un Dios que viene a habitar en lo pequeño y cotidiano. Nuestras opciones se deben orientar al seguimiento a Cristo hasta el extremo.

 

“No hay nada más práctico que encontrar a Dios” (Pedro Arrupe).

La ALEGRÍA del EVANGELIO

La PROMESA de Jesús nos atrae. El sueño de estar con Él para vivir la radicalidad de su vida nos impulsa a fiarnos de un Dios que en un mismo gesto nos ama, nos llama y nos repara. En su modo de servir a Dios descubrimos nuestra alegría. En su pasión por el Reino descubrimos nuestra PLENITUD, en su amor por la humanidad la fuerza que integra todos nuestros deseos.


Desde esta visión, vivimos los votos como camino para llegar a integrar en nuestra vida el estilo de amar y entregarse de Jesús.

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FORMACIÓN PARA LA MISIÓN

La formación en las Esclavas contempla distintas etapas en las que, bajo la acción del Espíritu, la persona se va comprometiendo con Dios, consigo misma, con la comunidad y con la misión.


Aprender a ser Esclava al estilo de Santa Rafaela significa crecer en libertad interior, madurez humana y afectiva, además de interiorizar el arte del discernimiento. Todo esto para ser “apóstoles en misión”, dispuestas a habitar cualquier porción del Reino a la que se nos envíe.

COMPARTIR vida y misión

Somos un “Cuerpo Apostólico” que recibe su fuerza de la misión que realiza. La comunidad es el lugar donde aprendemos a crear vínculos hondos, a compartir lo que somos y tenemos, a buscar y hallar la voluntad de Dios que se manifiesta en la realidad de cada una.


Comunidades en salida que llevan al mundo el mismo reflejo de humanidad que experimentan, para que los hombres y mujeres lleguen a hacer experiencia de un Dios en relación que camina a lado de su pueblo.

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