EQUIPO, COMUNIDAD, RED… ES EL CAMINO/CHILE

EQUIPO, COMUNIDAD, RED… ES EL CAMINO/CHILE

La ciudad de Curicó, a unas tres horas al sur de Santiago de Chile, es muy conocida por la actividad agrícola y la exportación de fruta. Las posibilidades laborales que la ciudad ofrece, han llevado a gran número de migrantes a buscar establecerse en ella.

Desde que la población migrante comenzó a aumentar considerablemente en la ciudad, hace unos años, la Iglesia diocesana ha incrementado sus esfuerzos por atender de manera coordinada la Pastoral de Movilidad Humana. Fue así como el equipo de Movilidad Humana de la Viceprovincia de Chile, buscó en esta diócesis la oportunidad de unirse al equipo diocesano y aprender a establecer redes y contactos con las distintas organizaciones civiles y gubernamentales en favor de esta realidad.

Entre octubre y diciembre 2020, dos hermanas de la Viceprovincia comenzamos a viajar cada semana a Curicó para conocer la realidad, atender una oficina de escucha y orientación y buscar medios y contactos que nos permitieran hacer un servicio a la realidad local y a la vez, discernir una posible presencia a través de una comunidad de Esclavas, en el lugar.

Nos encontramos con un muy buen equipo de laicas y laicos comprometidos en el área de la migración, cristianos y cristianas que hacía tiempo venían haciendo experiencia y organizándose para colaborar con las personas en situación de Movilidad Humana. Nos encontramos con una Iglesia muy acogedora que nos permitió todo lo necesario para incluirnos en este servicio, colaborar y aprender. Nos encontramos, sobretodo, con personas migrantes, especialmente venezolanos y haitianos, acogedores, colaboradores, deseosos de hacer comunidad y ser apoyados en su integración y aporte a la sociedad chilena y curicana.

Después de un proceso de discernimiento en el que participó toda la Viceprovincia, ofrecimos al Obispado nuestro servicio y pedimos a nuestra Superiora General abrir una comunidad experiencia en la ciudad de Curicó. Nos sentimos muy contentas de estos pasos y de la oportunidad de misión que se nos abre.

Desde el 27 de febrero 2021, dos hermanas profesas y una joven postulante, formaremos la comunidad e intentaremos responder al llamado de la Iglesia y de la Congregación, mediante la realización de un Proyecto de Ayuda a Personas en Situación de Movilidad Humana en la Diócesis de Talca, en la ciudad de Curicó. Damos gracias al Señor por esta oportunidad y encomendamos a Santa Rafaela María nuestros esfuerzos. Encomendamos también los esfuerzos de todo el pueblo de Dios en esta diócesis del sur del mundo que, como sociedad, apoya y agradece la presencia de las familias migrantes que dan nueva vida y color a nuestro país.

Claudia Muñoz, aci