MUJERES QUE AVANZAN/ECUADOR

MUJERES QUE AVANZAN/ECUADOR

A partir de la pandemia se originaron nuevos asentamientos en los barrios aledaños a Ceibo Renacer donde tenemos la Provincia del Ecuador la experiencia de Manta.

Se han ido agrupando en estos asentamientos familias que ya se conocían en Venezuela y se tuvo contacto con el SJR y Caritas Diocesana que atendieron a estas familias con ayudas humanitarias.  A partir de ahí se fueron creando talleres de integración y de conocimiento mutuo a través del circulo de mujeres una vez a la semana. Ahí compartían la experiencia de la salida de Venezuela hasta llegar al Ecuador, con todos los momentos dramáticos y conflictivos por los que tuvieron que pasar.

En este proceso se ha ido avanzando hasta crear “la colectiva JUANA LA AVANZADORA”, persona significativa en la lucha por los derechos de la mujer en Venezuela. Esto les ha ayudado a sentirse fuertes y unidas, superando las dificultades y buscando los caminos de superación y vida digna para ellas y sus familias.

Este colectivo va avanzando en diferentes actividades e iniciativas de emprendimiento comunitario, como es la caja de ahorros, mantenida por las donaciones de cada miembro del colectivo y un fondo social para situaciones de emergencia. Se está abriendo camino con otras organizaciones para impulsar diferentes emprendimientos.

Como fruto de la inquietud de que sus niños no pierdan sus raíces e identidad surgió la idea de realizar una obra de teatro, donde se recojan sus tradiciones de costumbres, música, danza, y comida, aspectos muy queridos para ellos.

Un domingo se realizó una jornada cultural donde se presentó una obra de teatro, música, comidas y danza propias de su país.  Se ha creado un ambiente de familia, cordialidad y vivencia de su identidad que les ha alegrado y emocionado mucho al sentir sus raíces y valores propios.

Otra manera que esta comunidad tiene de trabajar en la Movilidad Humana es asumir un día a la semana el comedor de Cáritas Diocesana dónde acuden diariamente entre cien y ciento veinte colombianos y venezolanos. Además de proporcionarles la alimentación, es un espacio de escucha y de ánimo. Cuando tienen necesidades concretas los derivamos a otras instituciones, que los orienten en sus problemas. Lo mejor de este comedor es que colaboramos también con algunas de las mujeres de “Juana la Avanzadora” que son magníficas cocineras.

También en el APOYO ESCOLAR participan varios niños venezolanos, que no tienen dispositivos informáticos,  ni posibilidades de conexión a internet,  ya que en Ecuador debido a la pandemia, seguimos sin clases presenciales.

Teresa Legarreta, aci