EMPATÍA y COMPASIÓN NOS IMPULSAN/FILIPINAS

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EMPATÍA y COMPASIÓN NOS IMPULSAN/FILIPINAS

Ha pasado más de un mes desde que nuestro Presidente puso a toda la isla de Luzón en cuarentena para contener la explosión de los casos de Covid-19 en el país. Tras el anuncio, muchos filipinos, como vendedores ambulantes, carroñeros, conductores, etc., no pudieron mantenerse porque perdieron su fuente de ingresos. En esta situación, donde podían conseguir el dinero para comprar comida, medicinas, etc. Muchos están sintiendo las dificultades de la pandmia de Convid-19 y ahora se enfrentan al riesgo de morir de hambre, especialmente los migrantes y los marginados. 

La empatía y la compasión nos impulsaron para junto a la FACI hacer algunas acciones concretas en respuesta a algunos campos de justicia que afectan a los pobres. He aquí algunas de las iniciativas emprendidas por las cinco comunidades de la Viceprovincia de Filipinas para combatir el efecto de la pandemia de COVID 19

– Reparar casas para los desamparados, mientras estamos encerrados se nos pide que nos quedemos en casa pero otros no tienen casa a la que volver… como en el caso de muchas familias de nuestro apostolado en la ciudad de Naga y Daraga. Este simple proyecto comenzó como nuestra respuesta a algunas víctimas de Tifón Tisoy; está en marcha para algunos; siendo continuado hasta este momento de COVID 19. Ahora, con sus casas reparadas, también se les proporciona comida.

– Proporcionar paquetes de alimentos para los que ya están desempleados y a algunos de los que están en primera línea en el hospital en el caso de Catigbian, Bohol.

– Algunos de nuestros socios laicos, la Familia ACI (Loyola), están cosiendo mascarillas para compartir.

– Cuidar la tierra, nuestro hogar común acercándonos a la naturaleza con nuestra jardinería comunitaria diaria, observando la hora de la tierra (una hora – sin electricidad); gestión de residuos, etc.

– Establecimiento de redes a través de contribuciones financieras – a nuestras respectivas parroquias y diócesis, barangays, organizaciones religiosas, y especialmente a la Asociación de Superiores Mayores de Filipinas en apoyo de sus iniciativas (preparación y distribución de equipo protector improvisado; alojamiento de los habitantes de la calle y otros grupos vulnerables, apoyo espiritual, suministro de paquetes de alimentos y comidas).

En efecto, este momento es un buen momento para profundizar nuestra fe y convertirnos en portadores de luz para nuestros semejantes.

La difusión del Convidio 19 ofrece oportunidades urgentes de movilización en favor de los derechos fundamentales, la dignidad y la igualdad para todos.

Lani Saligumba, aci