UNA FAMILIA QUE SE AGRANDA/ARGENTINA

UNA FAMILIA QUE SE AGRANDA/ARGENTINA

Hace muchos años  las  hermanas repetíamos esta  oración  a Dios al terminar el día: “Ensánchanos el corazón, agrándanos la familia y haznos la casa”. Y creo  que este pedido se  hizo y se hace realidad de muchas maneras.

En febrero del 2016 llegaba a Ituzaingó  para una nueva misión. Coincidía con la llegada de una familia siria, a quién nuestra comunidad recibía con especial cariño. Comenzaba un gran  desafío. Compartimos nuestra casa con nuestros hermanos hasta diciembre de 2020. Fueron cuatro años de encuentro, de conocimiento y ayuda mutua. Una experiencia de vida y de familia, muy  buena y enriquecedora  para todos.

El 31 de enero de este año  abrimos  de nuevo las puertas para recibir  a  una familia armenia. Sería  un  gran  cambio porque llegaban niños a nuestra casa, Nelli y Arman,  y sus papás, Edgard y Lusine. Los conocimos  en  noviembre del año pasado a través de la hermana Constanza. Disfrutamos de una tarde juntos en nuestro jardín y desde ese momento empezamos a preparar con ilusión su llegada.

Nuestra familia se agrandó. De repente escuchamos una voz de niña  que nos dice  “abuela o tía”, en señal de respeto y cariño.  Y así como Arman, el bebé de nueve meses, se prepara a caminar, así toda la comunidad empieza a hacerlo junto a ellos. Hay mucho por recorrer, por escuchar, por aprender, por acompañarnos mutuamente, por descubrirnos y sentirnos amados.   Lo hacemos desde lo concreto, y cotidiano, por eso nos  gusta compartir una comida,  practicar el español, prepararnos con Nelli para el comienzo de sus  clases y más.

Estamos seguras de que este tiempo será de mucha riqueza para todos,  para generar  comunión más allá de “la raza, lengua, religión”.  Lo hacemos con confianza y  alegría  porque “el corazón se nos ensancha, se nos agranda la familia, y hacemos la casa”.