15 Mar NIÑOS COMPROMETIDOS / COLOMBIA
Hoy compartimos sobre un movimiento de niñas y niños SEMBRADORES DE PAZ, de la Arquidiócesis de Bogotá, dentro de FICONPAZ (Fundación Instituto para la construcción de la paz). En Caracolí se inició con adolescentes que recibieron la Confirmación en noviembre del 2019, y una niña que hizo su Primera Comunión. Y se han incorporado otros adolescentes de la Fundación. Ellos se están formando con una profesora de la Arquidiócesis, para animar a grupos de niñas y niños para que sean SEMBRADORES DE PAZ. Como en la Fundación ya existía INFANCIA MISIONERA, a FICONPAZ y a nosotras nos pareció conveniente, unir los dos grupos en uno solo, estructurándolos de manera que “SEMBRADORES DE PAZ” sea el apostolado misionero que hagan los niños.
En este momento están volcados en niños migrantes venezolanos y desplazados colombianos (El desplazamiento interno está creciendo de manera impresionante, y uno de los sitios donde están llegando es a Caracolí)
Los nuestros han asistido ya a dos eventos de la Arquidiócesis: 1: Participaron activamente en una visita que hizo a Bogotá uno de los Obispos Auxiliares de Nueva York. Y estuvieron también en el primer encuentro arquidiocesano de Sembradores de Paz.
DESDIBUJANDO FRONTERAS…
Caracolí, barrio de frontera, donde sólo cabe la exclusión, montañas áridas sembradas de “intentos” de viviendas, se puebla, cada día más por personas desplazadas por nuestra violencia interna, así como por migrantes venezolanos. A nuestra Fundación llegan los niños, muchos de ellos enviados desde Venezuela, con algún pariente o amigos, pero que aquí están solos. En red con la Arquidiócesis de Bogotá, se ha conformado un grupo de adolescentes “recién confirmados” en nuestra casa, (Ficonpaz) que se han comprometido a seguir a Jesús atendiendo los “intereses de su Corazón”
El grupo que se está preparando para acompañar a grupos de niños que van a “sembrar la paz”. Hasta ahora asisten a talleres de formación, y han asistido a encuentros locales y arquidiocesanos, y, lo más lindo, ya han hecho “réplicas” de lo que van aprendiendo, con un grupo de 20 niños venezolanos: Antes de empezar el curso escolar, los reunieron y en una tarde formativa-recreativa, organizada por ellos, les entregaron kids escolares, proporcionados por el movimiento FICONPAZ. Y se les invitó a formar parte de la IAM,(Infancia y Adolescencia Misionera), que se ha estructurado de manera que “sembrar paz” sea su apostolado misionero.
Es precioso ver cómo nuestra Fundación se ha ido convirtiendo en una zona “sin fronteras geográficas, y a la vez, es doloroso constatar que los une la misma situación de “urgente migración”: ser desarraigados de sus tierras de siempre, de su cultura campesina, de su propia idiosincrasia, para buscar un lugar en un espacio habitable. Nuestros desplazados conviven con ese grupo de migrantes que, también desarraigado de lo propio: su patria, su cultura, su tierra, vienen buscando un techo, algo que comer, salud, educación, etc.
Nuestros adolescentes y niños de familias desplazadas, acogieron el llamado y han empezado un trabajo con niños venezolanos. Y, a través de los niños, se han ido detectando familias, con las que, también en red con la Arquidiócesis, a través de, FAMIC, se les atiende “como familia”,teniendo en cuenta muchas dimensiones de ser personas: psicológica, social, en salud, en educación, en consecución de vivienda digna, en búsqueda de trabajo, en legalización jurídica de su permanencia en Colombia.
Sentimos como un regalo de Dios tener la posibilidad de acercarnos a esta realidad tan dolorosa de la migración forzada por causas violentas o urgentes necesidades de supervivencia. Estamos agradecidas con el Señor y tenemos el deseo de hacernos respuesta eficaz a esta realidad que nos sobrepasa.
Clara Cavalazzi, aci
