no estais-estamos solos/españa

no estais-estamos solos/españa

Queridos hermanos migrantes:
Como se prolongan los días de confinamiento producido por Covid 19, no quiero dejar de deciros que desde el día 13, estoy a vuestra entera disposición a través de: (WhatsApp, 647265838, vídeo llamada y los correos electrónicos: cdcacj@yahoo.es y diazcortesconsuelo@gmail.com)
A muchos migrantes con NIE, le he enviado la solicitud que me envío la Junta para la recolección de las diversas cosechas.
Horario de atención: de lunes a viernes de 11,30 a 14.00 y de 17.00 a 19 horas.
Esta situación nos está llevando a encontrarnos raros, inseguros, tristes, y sobre todo; con muchísima pena y preocupación al ver cuántas personas están sufriendo a causa de esta pandemia que tanto dolor está produciendo en la humanidad, pero al mismo tiempo no pierdo la ESPERANZA porque sé que la “MISERICORDIA DEL SEÑOR ES ETERNA, Y NO ABANDONA LA OBRA DE SUS MANOS”
“Esta pandemia no sólo nos está privando de los afectos, sino también de la posibilidad de recurrir en persona al consuelo que brota de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y la Reconciliación. En muchos países no ha sido posible acercarse a ellos, pero el Señor no nos dejó solos.” (P.Francisco)
Sin duda, Dios quiere decirnos algo a través de esta dura realidad.
No sé si cuando salgamos de esta situación que a veces se parece más a una “película” que a una pandemia porque parece mentira que haya ocurrido en el siglo XXI vamos a ser mejores personas, pero de los que si estoy segura, es que todo será distinto.
Posiblemente sea “una llamada” del Señor para hacernos conscientes que mientras los habitantes del Primer Mundo vivimos como “reyes,” en el Tercer Mundo hay países que no tienen ni agua potable.
Son muchas las veces que rezo “por los enfermos, los que viven solos, los que se quedaron sin empleo, los que trabajan en beneficios de todos “exponiendo sus vidas,” los que perdieron un ser querido, los mayores, los migrantes que viven la soledad de estar en un país extranjero y trabajan a veces en condiciones infrahumanas, los “sin papeles” que fueron despedidos de sus trabajos por el miedo de sus empleadores, los refugiados que esperan en las cunetas que algún país le “tienda la mano…”
También quiero tener un recuerdo especial para: Stvelana, Juana, Sara, María, Kuchi, Rabía y otras muchas migrantes que trabajan de interna cuidando a personas mayores y llevan 39 días sin poder salir porque no aparece ningún familiar y en algunos casos ni llaman a preguntar. Algunas de ellas tienen hijos y como no van a sus casas no los ven
También quiero recordar al pequeño Zacarías, niño de ocho años (que ya escribí algo sobre él en 2015) que lucha entre la vida y la muerte por su enfermedad de Leucemia y por contagio del coronavirus.
El Evangelio de Lucas nos dice: “Señor, enséñanos a orar.” Aprovechemos estos momentos que estamos viviendo para pedirle que se apiade de nosotros. Recordemos la promesa que le hizo Jesús a sus discípulos “NO OS DEJARÉ HUÉRFANOS…” (Jn. 14:15)
“¡Jesucristo ha resucitado!” ¡¡¡ALELUYA!!! ¡¡¡ALELUYA¡¡¡
Esta Buena Noticia se ha encendido como una llama nueva en la noche, en la noche de un mundo que enfrentaba ya desafíos cruciales y que ahora se encuentra abrumado por la pandemia, que somete a nuestra gran familia humana a una dura prueba. «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!» (Del mensaje del Papa Francisco el día 12)

PROGRAMA DE ATENCIÓN AL MIGRANTE Parroquia Nuestra Señor de Loreto (Cádiz)

Consuelo Díaz aci