UNA NUEVA NARRATIVA NACIONAL QUE UNE A UN PUEBLO DIVERSO/EEUU

UNA NUEVA NARRATIVA NACIONAL QUE UNE A UN PUEBLO DIVERSO/EEUU

El 6 de enero de 2021, partidarios del presidente Donald Trump irrumpieron en el edificio del Capitolio, sobre las falsas afirmaciones de fraude electoral, mientras el Congreso de los Estados Unidos votaba para certificar la victoria del presidente electo Joe Biden.

La insurrección incitada por Trump nos ha sacudido a todos hasta la médula, aunque era totalmente previsible. Sin duda, la fealdad y el salvajismo del golpe de Estado de Trump no reflejan quiénes, como estadounidenses, deberíamos aspirar a ser. Las generaciones anteriores a nosotros lucharon, y muchas veces murieron, tratando de hacer la nuestra “una unión más perfecta”. Debemos continuar ese trabajo.

La victoria de Biden es una luz al final de un túnel muy oscuro, no solo para los inmigrantes sino también para los activistas que piden reformas. Nuestra nueva esperanza es que el presidente electo, Joe Biden, pueda revertir rápidamente muchas de las políticas de inmigración de Donald Trump. En los 4 años de administración Trump, ha logrado remodelar el sistema de inmigración de Estados Unidos a través de más de 400 cambios de política. El único enfoque de todas sus acciones ejecutivas y regulatorias sobre la inmigración tenía como objetivo imponer restricciones importantes y ampliar los esfuerzos de aplicación.

Joe Biden tendrá la oportunidad de revertir algunas de las políticas de línea dura de Trump y  realizar cambios significativos en la política de inmigración de Estados Unidos.

El 20 de enero, cuando Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris, asuman el cargo, heredarán una multitud de políticas de inmigración que incluyen las siguientes:

amplias restricciones de viaje,

un muro fronterizo incompleto,

una Agencia de Beneficios de Inmigración en crisis financiera,

un sistema de asilo en ruinas,

una terrible política de separación familiar y

la Orden sobre Permanecer en México.

 Las ambiciosas promesas de Biden, su “Plan para asegurar nuestros valores como nación de inmigrantes”, desafía la narrativa consistente de Trump al enfatizar las contribuciones de los inmigrantes. Los sectores clave de la economía estadounidense, desde la agricultura hasta la tecnología, siempre han dependido y siguen dependiendo de la inmigración. Los inmigrantes, una población mucho más joven, mantienen nuestra economía en crecimiento, nuestras comunidades prosperan y el país avanza. Biden, “durante generaciones, los inmigrantes han fortalecido nuestra ventaja competitiva más valiosa y nuestro espíritu de innovación y espíritu empresarial”. Es la razón por la que Estados Unidos ha sido capaz de renovarse constantemente, crecer mejor y más fuerte como nación y hacer frente a nuevos desafíos. La inmigración es esencial para lo que somos como nación, para nuestros valores fundamentales y para nuestras aspiraciones para el futuro. Las investigaciones sugieren que la contribución anual total de los trabajadores nacidos en el extranjero es de aproximadamente 2 billones de dólares.

Algunas de las políticas de reversión de Biden pueden ser bastante fáciles de lograr a través de memorandos y / o proclamas presidenciales, por ejemplo, cancelando la prohibición de viajar contra países con una mayoría de musulmanes o restableciendo DACA, que permite a las personas indocumentadas que llegaron al país cuando eran niños quedarse y trabajar. Otras tareas podrían volverse mucho más difíciles, como la promesa de la administración Biden-Harris de detener la construcción del muro fronterizo, revivir el proceso de asilo que casi terminó con Trump, deshacer el programa “Permanecer en México” y enviar al Congreso un Proyecto de ley de reforma migratoria.

Biden se ha comprometido con un sistema de inmigración justo y humano, uno que aborde las causas fundamentales que empujan a las personas desesperadas a huir de sus hogares en primer lugar: violencia, inseguridad, falta de oportunidades económicas y gobernanza corrupta. Como vicepresidente, Biden dirigió los esfuerzos de la administración en El Salvador, Guatemala y Honduras, brindando atención de alto nivel a estos temas y asegurando el apoyo bipartidista para un paquete de ayuda de $ 750 millones para ayudar a los países del Triángulo Norte a implementar reformas concretas. Trump congeló la mayor parte de los fondos y creó la actual crisis humanitaria en nuestra frontera.

La incapacidad de los países del Triángulo Norte para detener la violencia en la región ha creado un desafío regional para los refugiados. Como líder en la región, Estados Unidos tiene la responsabilidad de ayudar a nuestros vecinos a procesar y apoyar a los refugiados y solicitantes de asilo.

Es una falla moral y una vergüenza nacional cuando un padre y su hija se ahogan buscando nuestras costas. Cuando los niños están encerrados en centros de detención superpoblados y el gobierno busca mantenerlos allí por tiempo indefinido. Cuando más de 500 niños migrantes continúan separados de sus padres en la frontera. Con la próxima administración Biden-Harris, esperamos que prevalezca una nueva narrativa nacional; una que une a un pueblo diverso y convierte un sistema disfuncional en uno humano y funcional ¡Eso en sí mismo será un milagro!

Sagrario Núñez, aci