MIGRAR EN FAMILIA, ACOMPAÑAR EN RED/ARGENTINA

MIGRAR EN FAMILIA, ACOMPAÑAR EN RED/ARGENTINA

Salimos de Venezuela en el año 2019, con el deseo de preservar el derecho humano más importante el derecho a la vida, buscábamos calidad de vida, alimentos, medicinas y paz. Dejamos todo atrás, nuestra tierra, nuestros afectos y hasta nuestras profesiones, vivir en Venezuela en estos tiempos es vivir en un constante conflicto psicológico, ansiedad, depresión aunado aún riesgo inminente producto de ser opositores al régimen.

  A mediados del 2020, en medio de una cuarentena producto de la pandemia (covid 19),  conocimos a las hermanas pertenecientes a la congregación Esclavas S.C. de Jesús y a la Comisión Episcopal para Migrantes, habíamos perdido nuestros empleos producto de la situación ya descrita, somos una familia conformada por seis adultos incluyendo un adulto mayor y tres niños 2 de ellos aún lactantes, para este momento carecíamos de alimentos y las deudas se iban acumulando, angustiados y sumergidos en una situación caótica vi una publicación en una red social donde el CEMI ofrecía ayuda a los migrantes necesitados, les escribí con mucha fe en verdad necesitábamos ayuda, en ocasiones pasamos horas haciendo fila frente a los comedores populares para poder obtener algo para comer. Recibí pronta respuesta y me pusieron en contacto con una hermana quien con mucha bondad nos comenzó a acompañar (lejos estábamos de imaginar que había llegado una milagrosa bendición a nuestras vidas), a partir de ese momento recibímos alimentos y abrigos, aún recuerdo la alegria que sentimos en casa cuando recibimos esas primera provisión, todo lo necesitábamos hasta unas meriendas para los niños, desde ese momento y hasta el día de hoy nos han acompañado en este difícil proceso, la migración nos hizo débiles y más en tiempos de pandemia.

  A finales del año 2020 mí hija y su esposo contrajeron covid 19, lo que hizo nuestro escenario más complicado, la angustia se multiplicó al tener en la familia un adulto mayor y de alto riesgo, la hermana (nuestro ángel acá en Buenos Aires) fue consecuente, nos auxilió oportunamente con la medicación que no podíamos adquirí por falta de recursos, todos nos contagiamos incluso mí mamá, pero gracias a Dios, a la Virgen y al apoyo recibido por el CEMI y la Congregación Esclavas del S.C. de Jesús, sobrevivimos si! Literalmente pudimos superar el covid en medio de tanta adversidad, lejos de la tierra que nos vio nacer, nuestra familia y sin recursos.

Hemos obtenido un apoyo que ha trascendido fronteras, mí hermano emigró a Panamá junto a su familia , a principio del año 2021, ellos todos contrajeron el covid  19, siendo mí hermano el más afectado, estuvo hospitalizado por lo que quedó sin empleo, las hermanas conociendo su situación hicieron una serie de coordinaciones desde Buenos Aires para conseguirle apoyo, mi hermano fue contactado en la ciudad de Panamá por caritas de Panamá le hicieron llegar alimentos, mí hermano quedo con la salud quebrantada producto del covid 19 por lo que ameritaba cumplir con un costoso tratamiento, sin recursos y enfermo de nuevo ellas estaban allí con una donación importante de medicinas, el tratamiento completo que mi hermano requería para recuperar su salud, él logró recuperase  y ya está trabajando de nuevo .

También fue contactado en Colombia el padre de mis hijos, quien luego de emigrar a ese país también contrajo el virus y luego de esto tuvo necesidades producto de la falta de recursos.

De nuestras historias se destaca el hecho cierto de lo vulnerable que somos los migrantes y más en tiempos de pandemia , organizaciones cómo estás hacen posible que el necesitado se sienta acompañado, queremos agradecer de todo corazón a las hermanas de la Congregación Esclavas del S.C.de Jesús, a el CEMI, en Panamá al Hogar Luisa y caritas Panamá. Ustedes no solo nos acompañan también  fortalecen nuestra fe, son una organización basada en la bondad, su altruismo es admirable, ayudar a los que dejan sus tierras obligados por la necesidad los hace más caritativos, su acompañamiento hizo posible nuestra sobrevivencia, el virus nos golpeó fuerte y ustedes con su amor, su dedicación y fe inquebrantable no soltaron nuestras manos, día a día devuelven la esperanza pérdida a familias como las nuestras, para nosotros son ángeles en la tierra, gracias por tanto !

Mientras haya vida, hay esperanzas!

Lormys y su familia (nombre ficticio)

Buenos Aires 21/02/21