MOVILIDAD-JPIC-ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA,TODO EN LA ENFERMERÍA/ESPAÑA

MOVILIDAD-JPIC-ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA,TODO EN LA ENFERMERÍA/ESPAÑA

COMPARTIMOS EL ACIERTO DE LA COMUNIDAD ENFERMERÍA DE PIRINEOS EN MADRID EN SU BÚSQUEDA DE IMPLICARSE CON LAS PERSONAS EN MOVILIDAD, AL TIEMPO QUE FOMENTAN LA ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA Y ALABAN AL CREADOR…

¡Laudato Si!, así comenzábamos el curso, es el Tiempo de la Creación, ¿qué hacer?, desde nuestra humilde oración, “algo” más… una propuesta “de salida”, en nuestra sencillez y posibilidades, concienciarnos “viendo y tocando” con otros, estas realidades del cuidado de la casa común y el dolor de tanto migrantes, pues en marcha nos pusimos, nueve hermanas de la Comunidad, hacia SERCADE.

Un proyecto de los Franciscanos capuchinos en el Pardo (Madrid), que desde hace siglos cuidan un precioso Cristo yacente, (siglo XVI) y que hoy ese ¡Cristo vivo!, les ha llevado a reconvertir, y  a seguir cantando laudato si,  como Francisco de Asís, convirtiendo los terrenos de la huerta, en un valiente Proyecto, de huerto ecológico, que a su vez es llevado por cuatro migrantes contratados, que así pueden seguir preparándose, aprendiendo la lengua, algún curso de formación profesional,… para su integración y regularización, ¡qué bueno conjugar los “verbos” del amor a todos y sin fronteras, a los que tanto el Papa Francisco hace referencia!, ¡hoy la tierra y los pobres, no pueden esperar más!

Son una referencia, un “foco” decía una de las hermanas, en este espacio “de paseo y recreo” para muchos, en plena sierra de Madrid,  donde cada domingo venden los productos que se cultivan, dejando “ser” a la tierra,  lechugas, tomates, ricas cebollas frescas… a la puerta de la iglesia, y ya son muchos los “contagiados” tanto voluntarios como “clientes”, que colaboran, como nos compartía el P. Jesús, coordinador del proyecto, o  que al menos se preguntan ¿ en qué podemos ayudar?, ¿y nosotras?, pues, además de llevarnos unas de las hermosas cestas que prepararan cada semana, para celebrar el Pilar, con un buen “puchero” ecológico, acelgas, patatas…

Una idea, pronto nos surgió, podemos ser “clientas” y desde nuestro ayuno solidario de los viernes, compartir con ellos, no solo nuestra oración sino que nuestro presupuesto de alimentación, tenga ahora también un “acento” de opción comprometida, comprando una de las cestas mensuales, en la certeza de que “los pequeños gestos”, fecundan las grandes empresas de la ternura, la compasión que revolucionan y al calor del evangelio, “reparan”, y son signos de lo “esencial” invisible para muchos, más para el Corazón del Dios de la VIDA, abrazo de esperanza activa, que reconstruye  su sueño de fraternidad.

M José Tuñón, aci