ASAMBLEA SINODAL CONTINENTAL EUROPEA. PRAGA

ASAMBLEA SINODAL CONTINENTAL EUROPEA. PRAGA

¡Días de diversidad y acoger con respeto!… ¡cuántos hijos tiene Dios!, y todos invitados a su “tienda” de encuentro, comunión, participación para la misión. Sí, esta es la meta a no olvidar, y de nuevo con palabras de Sta. Rafaela Mª, “que todo le conozcan y le amen”… en mi corazón después de esta vivencia y experiencia eclesial que el Señor me ha regalado, me siento agradecida y enviada. ¡Queda mucho por hacer y la tienda a la
que estamos llamados a extender, tiene muchos desafíos, y más si después de esa “escucha” uno siente que muchos de los muros que no nos dejan desplegarnos como “Iglesia en salida” parten de los miedos y defensas que nos anteceden al dialogo franco y de búsqueda del querer de Dios para nuestro hoy.


Repetíamos muchas veces en la oración de cada día, ¡ayúdanos a extender la tienda! ábrenos a la conversión personal y comunitaria, danos el don de la sinodalidad, que nos impulsa a caminar juntos, en la unidad que no está reñida con la “diversidad”, Europa es rica en muchos matices, Europa está enraizada en el Dios que siempre permanece, y trasciende la secularización y su propia “ausencia” de nuestras vidas en la practica cotidiana…


Compartir en un grupo plurieuropeo, -italiana, ucraniano, portugués, polaco…- me dejó muchas preguntas, y ganas de conocer, para comprender ese dicho de “métete en el zapato del otro, para luego “hablar”… y me acompaña muy especialmente en estos días de hacer “relectura” y quedarme “con lo mejor”…para servir y amar mejor.


Forme parte de la Delegación española, como representante de la Vida Consagrada de la iglesia que peregrina en España, y como miembro del E. Sinodal de la CEE, que estos meses hemos animado la recepción del Documento Continental, y estimulado en nuestras posibilidades a todos los referentes diocesanos. Lo que a la vez me dio la oportunidad de “conocer” muchas de las realidades diocesanas, con sus gozos y dificultades, en este caminar sinodal, al que el papa Francisco nos convocó en octubre´21, a toda la Iglesia para “sorpresa” de muchos –como decían- y percibir la
necesidad cada vez más honda de la complementariedad de todas las vocaciones, de reapropiarnos de nuestra dignidad bautismal, -que intuición tan importante la de Santa Rafaela cuando decía que el día más importante de su vida, era el día de su bautizo- por el agua del bautizo somos configurados hijos e hijas, hermanos y hermanas; la savia que nos empuja a la corresponsabilidad, y nos hermana, en la convicción de que todos, hombres o mujeres, somos necesarios para la extensión del Reino, en los diversos ministerios. Sin dejar a tras una resonancia especial en la
búsqueda y discernimiento sin miedos en el papel de la mujer en la vida eclesial, muchas diócesis coincidían en esta petición y que luego ha sido también ratificada en Praga. Junto a la necesidad de trabajar en la pastoral familiar, y el gran desafío de cómo conectar con los jóvenes y con ellos seguir construyendo la iglesia del tercer milenio, donde ya son “presente” vivo.


Praga, se constituyó también en voz, del empeño de trabajar por la paz, por los más débiles, por la casa común,… porque una Europa con sabor a evangelio, no puede ser indiferente. La presencia y comunicación de las delegaciones de Ucrania o Rusia, me impresionaron, así como los diversos representantes de las iglesias orientales, un mundo muy desconocido para mí, que me abrió los ojos, como al ciego, aunque en un primer momento solo viera “imágenes borrosas”… pero si, ¡percibir la necesidad que tenemos de trabajar por un dialogo ecuménico e interconfesional más
comprometido!, por la unidad de todos los cristianos en la “tienda” de la acogida e inclusión, para caminar unidos e iniciar un nuevo Pentecostés.
¡Cuántos retos!, pero también mucho Espíritu derramado, el ambiente de oración, y discernimiento… nos fue llevando e impulsando, a afectarnos y desear que vuelvan a repetirse sus promesas, en esta Europa querida y dolorida, llamada a ser “madre y apóstol”. Y a pedir la gracia de “amarla en la riqueza de su diversidad…y entrar en la dinámica de comunión, participación y misión que constituye su razón de ser” (Doc. conclusivo. Praga Febrero.2023).¡Ante ti Espíritu Santo…!

MªJosé Tuñón, aci