21 Ene NAVIDAD EN EL OASIS CATÓLICO SANTA RAFAELA /USA
Diciembre en Pinewoods North estuvo lleno de comunidad, fe y cierta incertidumbre. Mientras la tutoría de Oasis estaba en pausa por las vacaciones de Navidad, muchos niños, padres y abuelos se reunieron para celebrar la Novena a Nuestra Señora de Guadalupe, misas de Nuestra Señora de Guadalupe y Navidad, las Posadas y la preparación de regalos para los niños y las familias. Amigos y benefactores de la parroquia local, el Centro Católico Universitario y otros lugares se sumaron a las celebraciones con su generosidad y presencia. ¡Cuántas manos y corazones de distintos rincones de Athens y más allá se reunieron para rezar, servir y celebrar, con beneficio y enriquecimiento mutuos! Uno podía percibir a Dios obrando, tendiendo puentes entre personas que de otro modo no se encontrarían, y tejiendo el Reino con hilos simples de conexión, generosidad y fe. Diciembre también trajo cambios que han creado cierta incertidumbre en este barrio, en el que viven familias con el peso constante de una situación jurídica precaria y recursos limitados. El parking de casas rodantes se vendió a nuevos propietarios y el cambio es inquietante para muchas personas. Mientras que los nuevos dueños parecen tener buenos planes para el vecindario y aprecian el trabajo de las hermanas, nuestros vecinos, naturalmente, se preocupan por las demandas y los cambios que podría hacer la nueva administración. Lo que es casi seguro es que la renta mensual aumentará pronto, y esto supondrá un serio desafío para muchas familias.
Un par de instantáneas del resto de diciembre:
• Dos decenas de niños (organizados por una madre y fiel colaboradora del barrio) participaron de una obra guadalupana y un belén viviente. Algunos eran tímidos, otros emocionados, pero todos ellos tuvieron su parte en dar vida a estas escenas sagradas y, con su inocencia y fe, atendiendo a las familias que se reunían para la misa.
• Durante la Novena y las Posadas (¡18 noches en total!), los vecinos peregrinaron juntos de una casa a otra con cantos y oraciones y fueron obsequiados con un sabroso manjar por la familia que los recibió. Había gente de todas las edades, incluidos varios adolescentes que participaban todas las noches. Una de las madres, deseando fomentar la participación activa en la vida de fe entre los jóvenes, pidió a las hermanas que hablaran particularmente a los jóvenes en sus reflexiones nocturnas. Los jóvenes también se ofrecieron para pequeños roles de liderazgo en estas oraciones nocturnas, lo cual fue hermoso de ver. Orar juntos a través de muchas generaciones fue verdaderamente una rica experiencia del cuerpo de Cristo, compuesto de muchas partes, todas necesarias y todas destinadas a apoyar a las demás.
S. Catherine Kirwan-Avila, aci
